Los seres humanos estamos perfectamente diseñados para que nuestro organismo responda mediante la utilización de ciertas estrategias ante los diferentes cambios de temperatura, luz, humedad y viento que se dan en el entorno debido a las variaciones estacionales del clima: por ello, dependiendo de las condiciones del ambiente nuestro cuerpo reaccionará con sudoración, erizamiento de la piel, enrojecimiento, dilatación de los vasos capilares, entre otros, todas ellas son respuestas a las que recurre el organismo en un intento por mantener el equilibrio y la armonía de nuestras funciones vitales.

También debe decirse que la inteligencia humana le ha permitido al hombre desarrollar elementos como las viviendas construidas con diversos tipos de materiales, prendas de vestir idóneas para enfrentar climas muy fríos o muy calientes, y la creación de equipos tecnológicos como los acondicionadores de aire, los calentadores, los deshumificadores entre otros que ayudan a crear un ambiente agradable, saludable y adecuado para la supervivencia de las personas.

Sin embargo, en la actualidad se observan numerosos problemas de contaminación ambiental ambiental generados por la misma intervención del hombre en los procesos naturales, y que tienden a incidir en los cambios bruscos del clima o la aparición de fenómenos meteorológicos con lluvias torrencialessequías prolongadas, oleadas de calor o frío, tormentas de granizo y otros que afectan a muchas zonas geográficas del planeta

      Para la Medicina Tradicional China (MTC) los cambios estacionales y las variaciones en las condiciones climáticas que rodean a una persona pueden exponerlo a la influencia negativa de determinados agentes patógenos externos que influyen en la aparición de un malestar físico, diferentes problemas de salud o incluso el desarrollo de una enfermedad crónica progresiva. Especialmente si la variabilidad de estos agentes se da una forma tan repentina que el cuerpo no es capaz de prepararse para defenderse de manera natural ante estos eventos.

De acuerdo a la visión holística china la enfermedad se manifiesta por la interacción entre la energía vital interna de la persona (ZhengQi) y las energías externas (XieQi), cuando la energía vital no se encuentra fortalecida el organismo no puede defenderse de los embates de los agentes externos y sucumbe ante la enfermedad; en cambio si la energía interna se encuentra en niveles normales y equilibrada los factores externos no podrán afectar ni penetrar el organismo.

En la MTC se han identificado seis tipos de energías externas que pueden afectar el cuerpo, ellas son: el viento, el calor, la sequedad, el fuego, el frío y la humedad. Siendo los cuatro primeros de naturaleza Yang, pues están en sintonía con las cualidades de esta forma energética (calor-movimiento); mientras que el frío y la humedad se relaciona con el Ying (frío-pasividad).  Cabe destacar, que la forma en que se presentan estos fenómenos durante las diferentes estaciones del año juega un papel trascendental en los ciclos vitales de la naturaleza, por tanto son determinantes para el desarrollo de los seres vivos y el aprovechamiento de las condiciones naturales en actividades como la agricultura, la pesca, la reproducción, el crecimiento de las plantas y otros organismos vivos, así como otros procesos sin los cuales la vida no sería posible.

Sin embargo, al presentarse de forma brusca estos factores externos pueden producir consecuencias negativas tanto para los seres humanos como para el ambiente. Generalmente, los fenómenos climáticos suelen ser más agresivos para las personas si se presentan de forma combinada, por ejemplo: calor-humedadfrío-viento o fuego-sequedad. Además, cuando perjudican el cuerpo pueden alojarse o permanecer en un órgano dando lugar a disfunciones internas a las que la medicina china se refiere como “frío del bazo”, “sequedad del pulmón”, “calor en el estómago”, entre otros. A continuación se describe brevemente como cada una de estas manifestaciones climáticas puede afectar el cuerpo humano, especialmente si se encuentra en condiciones más vulnerables o debilitados.

El Viento: es una manifestación climática propia de la primavera que también puede notarse en otras épocas del año; afecta generalmente la parte superior del cuerpo, la cabeza y las extremidades, entra por los poros de la piel y los orificios del rostro como la boca y la nariz. Siendo de naturaleza Yang se evidencia en enfermedades de rápido movimiento o evolución que suelen cambiar o variar sus síntomas, las afecciones más comunes producidas por un ataque de viento suelen ser los resfriados, las alergias, congestiones nasales y de la garganta, así como la sudoración, dolores de cabeza, picor en la piel, o dolores que se trasladan de un lugar a otro en el cuerpo.

En combinación con otros agentes como el frío, la humedad o el calor da lugar a cuadros febriles, tos persistente, temblores o problemas respiratorios. Internamente los órganos más afectados por el viento son los riñones, el hígado y la vesícula, pudiendo ocasionar convulsiones, mareos, calambres, parálisis o entumecimientos.  En la MTC se tiene al viento como uno de los agentes patógenos más peligrosos, pues con él se propicia la entrada de otras energías externas, por lo cual se dice que toda enfermedad se inicia con el viento.

          El Calor: Es un agente indiscutiblemente Yang asociado a la incidencia de los rayos solares especialmente durante el verano, también es uno de los fenómenos climáticos que interviene directamente en el crecimiento, la maduración y la expansión de los seres vivos. Sin embargo, cuando se manifiesta de forma extrema perjudica en gran manera el equilibrio del cuerpo, pues afecta la dinámica de los fluidos vitales como el agua y la sangre. Un ataque de calor produce con frecuencia: sudoración, enrojecimiento de la piel, pulso acelerado, agitación, sed, y cuando actúa en combinación con otros agentes como la humedad, sequedad o el viento, puede evidenciarse en fiebres altas, sequedad en la boca, mareos, náuseas, fuertes dolores de cabeza, orina oscura, irritabilidad o debilidad, escalofríos e incluso desmayos.

          La sequedad:se hace notar durante el otoño, estando estrechamente relacionada al calor del verano se diferencia entre sequedad-calurosa que se manifiesta al inicio de la estación otoñal y sequedad-fría propia del final de esta temporada cuando ya se leda paso al invierno. La sequedad interviene directamente en la disminución de los fluidos corporales, ingresa al organismo a través de la nariz y la boca acarreando diversos problemas como: sed, garganta y boca seca, tos, piel y cabello secos con falta de brillo y lozanía, grietas en los labios, tapones de nariz y oídos, estreñimiento, entre otros. Los principales órganos afectados por la sequedad son riñones, pulmones y otras partes como la vejiga y el intestino grueso, ocasionando problemas como disminución de la orina, heces secas, piel opaca, constipación y otros.

          El Fuego:aunque está muy ligado al calor del verano como fenómeno externo, en MTC se dice que el fuego es producido internamente por exceso de Yang o deficiencia de Ying, lo cual incide en el equilibrio energético y funcionamiento de diferentes órganos. Generalmente afecta la parte superior del cuerpo, especialmente la cabeza y puede manifestar síntomas como: fiebre, sudoración, dolor de cabeza, ojos rojos, agitación, sofocos, delirio e insomnio. Además, en episodios con presencia más agresiva del fuego interno puede perturbar el flujo normal de la sangre degenerando en hemorragias, fiebre alta, infecciones, llagas en la piel, úlceras en la boca, furúnculos y otros. Los órganos más sensibles al fuego son el corazón, estomago, hígado y pulmón.

          El Frío: es una cualidad propia del invierno que también puede darse en otras épocas y que implica un descenso brusco de la temperatura exponiendo al organismo a resentimiento por escalofríos, lentitud en la circulación de la sangre, dolores articulares, dificultad para el movimiento, entumecimiento, rigidez, calambres, dolores abdominales, palidez, pulso lento, entre otros. El frío suele atacar principalmente el estómago, el bazo y el riñón, generando dolores abdominales, temblores, diarrea o vómitosdistensión intestinal y flatulencia; por ende es recomendable aplicar terapias de calor localizado con técnicas orientales como la moxibustión. También la acupuntura resulta una terapia positiva en el caso de problemas de dolores articulares que se agravan con el frío. Además, debe decirse que la influencia del frío incide directamente en el estancamiento del Qi vital, ocasionando cansancio, apatía, decaimiento y cansancio prolongado.

          La Humedad:se relaciona con la denominada quinta estación que se corresponde con el final del verano y se tiene como la temporada más humedad del año, pero también depende de otros factores geográficos que pueden darse en ciertas zonas incrementando el nivel de humedad en el ambiente. Generalmente ataca la parte inferior del cuerpo interfiriendo con el ascenso de la energía. Puede producir síntomas como pesadez de la cabeza y el cuerpo, poca movilidad, opresión a nivel del tórax, dolores reumáticos, dolores articulares, aumento de las secreciones corporales, flema pegajosa, flujo vaginal anormal, entre otros. Al ingresar al cuerpo la humedad debilita el bazo y las funciones digestivas influyendo en la aparición de heces blandas y orina turbia, poca sed e hinchazón, por lo que es recomendable cambiar la dieta evitando los alimentos crudos y fríos.

   La visión integral de la MTC nos invita a observar no solo la influencia de los cambios climáticos en nuestra salud, sino también a considerar otros aspectos complementarios como la dieta diaria y los tipos de alimentos que debemos incorporar o evitar en ciertas épocas del año, así como la aplicación de las milenarias terapias orientales de salud que nos ayudan a mantener el equilibrio energético del cuerpo y enfrentar con fortaleza la incidencia de las variaciones ambientales que se dan a nuestro alrededor.